sábado, 15 de abril de 2017

RÍO SEGURA 14ª Etapa (El Llano de Molina - Murcia)

Cuando D. Blas Rubio García se expresa así, solo queda copiar sus magníficos textos:

- Sábado 8 de abril de 2017:

EL QUIJAR TOMA MURCIA
Catorce etapas disfrutando del río Segura, conociéndolo y aprendiendo a amarlo, y ya estamos en Murcia; a tiro de piedra de Santomera y de Guardamar. Señores, esto huele a Mediteráneo.
Con las primeros luces del día - el sol aún no asomaba por La Alcaina- comenzábamos un recorrido completamente llano, junto al río y por un túnel de cañas que aún guardaban el rocío de la noche. Tomaba el mando la Brigada Paracaidista, secundada por un grupo de guerreras del running, que impuso un ritmo frenetico para llevarnos pronto a la mitad del recorrido: La Contraparada. Atrás quedaban la huerta de Molina y la tierra santa de la Ribera de Molina. 
A partir de la Contraparada, cambiamos al margen derecho del río para no encontrarnos con la muchedumbre que cicleaba, patinaba, y caminaba en dirección opuesta a la nuestra. Desaparecían los carrizos y cañas que impedían la visión del agua del río y hacían acto de presencia retazos de margaritas silvestres que coloreaban el nuevo caminar del Segura, en contraste con los sotos abandonados de los antiguos meandros del Segura. Todos los huertos de camino vallados. A izquierda y derecha, más caminantes y pequeños huertos familiares. Mientras dejábamos atrás las chimeneas conserveras de Puebla de Soto, La Raya y Rincón de Seca y las torres lejanas del imperio Mendoza. A la altura de Beniscornia, un comando sale en busca de las banderas del club y de Santomera, para recibirnos con ellas desplegadas a la altura del Malecón. El Quijar entra triunfante en Murcia por la pasarela de Manterola y posa con la torre de la catedral y el río Segura como fondo. Tras un paseo por la Glorieta y unas miradas orgullosas a la fachada del ayuntamiento de Murcia -¡¡¡Ojo, aquí estamos los de Santomera!!!- entramos en la plaza del Cardenal Belluga acompañados por la música de acordeón y el canto cosaco del búlgaro Dimitri. Ante las miradas de los que pululan y cervecean por la plaza, nos inmortalizamos ante la fachada barroca de la catedral. ¡Estamos en Murcia!
Ambientazo en la ciudad capitalina. La reina de la huerta y sus damas dan belleza natural al lugar más emblemático de la ciudad. Los menos creyentes se inmortalizan ante el poder civil: el edificio de Moneo. Como no podía ser de otra manera, nos desplazamos a la sede de la Confederación Hidrográfica del Segura, cosa de relaciones públicas del club. Traca final entre la plaza de la Cruz y la esquina de la calle Platería, donde el caminante Llamas nos tenía una sorpresa preparada: pasteles de carne primaverales -¡¡¡¡Beau geste, par Dieu!!!!. Dejamos atrás la catedral y una banda de música que se fotografíaba ante la obra de Jaime Bort. Por los uniformes, todos los componentes de la banda debían ser como mínimo generales.
Con una hora de adelanto sobre la prevista, llegamos a Santomera. La próxima vez que lleguemos a la capital del IMPERIO lo haremos caminando....
 Caminamos entre cañas




Puente de la Contraparada
 Los patos del río
 ... y llegamos a Murcia



¡¡La CATEDRAL!!

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