domingo, 24 de enero de 2016

PUIG CAMPANA

Puig Campana y Ponoig

Sábado 23 de enero de 2016.  Vuelvo al Puig Campana después de tres años con un equipo de altura: Antonio, Jose Antonio, Rodri y Juan.  Esta ruta se la debía a Jose Antonio, que una vez más me sorprende llevándola como “un paseo”.  Aunque es calcada a la de 2012, a mí me ha parecido muy dura….., “o me falla la memoria… o los años no perdonan.”

La ruta es igual a la del 16/12/2012 con pequeñas diferencias:

- Desde la Font del Molí hemos seguido las indicaciones del km vertical para aproximarnos a la pedrera.
- Una vez alcanzada la pedrera, la hemos evitado prácticamente siempre, buscando una senda paralela al lado derecho.
- Antes de llegar al collado superior entre las dos cumbres, hemos subido por una sencilla trepada, para enlazar con el sendero que hacia el este nos conduce a la cumbre.
- El resto de la ruta sigue igual a la de 2012, anotando que el cruce al sendero del Ponoig está muy bien marcado, y que hace un calor impensable en el mes de enero!!.

Algunas recomendaciones a “caminantes” – la pedrera del Puig Campana no es una broma…, se ascienden 500 m en 1 km (el famoso km vertical).  Hay que dosificar muy bien las fuerzas desde el principio, ascender a ritmo tranquilo manteniendo el corazón y el habla establece.  De lo contrario, al final lo pagarás!!!


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Tomás Franco    




















domingo, 17 de enero de 2016

SIERRA ESPUÑA: El Aguilón y El Bosque

El Aguilón y El Bosque

Sábado 16 de enero de 2016.  Dura ruta de montaña en los confines de Sierra de Espuña, con Juan y Rodri.  Hemos seguido casi literalmente la ruta nº 27 del estupendo libro “Descubrir Sierra Espuña” de Ángel Ortiz y Lázaro Giménez.  Y tal y como prometía el libro, la ruta es de alta dificultad física y muy alta dificultad técnica (trepadas de IIº y IIIº); solo apta para montañeros experimentados.

Por la carretera C5 nos dirigimos a Casas Nuevas, 3 km después del pueblo tomamos el camino a la izquierda que nos lleva a la Casa del Calderero, un poco más adelante dejamos el coche en una explanada.  Empezamos a caminar por la pista que ligeramente sube en dirección SW, enseguida tenemos el cruce con el Sendero de la Umbría del Bosque.  Por el lado izquierdo regresaremos, ahora seguimos caminando por el lado derecho en la misma dirección SW.  Ya podemos distinguir con toda claridad la cumbre afilada del Aguilón, pero debemos seguir la pista de montaña que dando vueltas y revueltas parece que nos aleja de nuestro objetivo.  Pero no es así, la pista nos conduce ascendiendo con toda comodidad hasta el Collado del Portillo en la misma base del Aguilón, junto a la valla del parque. 

Ahora ya empieza la bueno, tan solo nos separan 400 m de la cumbre, pero muy empinados y sin senda marcada.  Ascendemos pegados a la parte derecha de la valla, ayudándonos de las manos en algunos pasos.  En algunos momentos pasamos al lado izquierdo de la valla buscando mayor comodidad, para regresar otra vez volver al lado derecho.  Hasta alcanzar los 985 m de altura de la cumbre del Aguilón o Calderero.  Es el momento de comer algo y disfrutar de las esplendidas vistas del SW de Sierra Espuña.

Deberíamos haber regresado por el mismo sitio, pero buscando mayor comodidad hemos descendido un poco hacia el sur, para caminar a media ladera de regreso al Collado del Portillo.  Creo que no merece la pena, es mejor descender por el mismo sitio de la subida.

Ahora nos quedan un par de bonitos y cómodos kilómetros de descenso por la senda hasta las Casas de Malvariche, mientras contemplamos los espectaculares Cuchillos del Bosque a nuestra izquierda.  La verdad es que son tentadores, pero hoy no es el momento de acercarnos a ellos.

Las ruinas de las Casas de Malvariche son todo un espectáculo con los almendros en flor, bien situadas junto al Barranco de Malvariche con la inmensa mole del Bosque a su izquierda y los dos tremendos Malvariches a su derecha.  Justo aquí es donde se acaba nuestro relax, nos espera una vertical subida y una bajada más vertical aún.

Unos 200 m después de la última casa cruzamos el barranco y empezamos a ascender buscando una pedrera que vemos a lo lejos.  La primera parte de la ascensión es por bosque, una vez alcanzada la pedrera progresamos con mucho cuidado por el lado derecho.  Cuando se termina la pedrera solo queda roca, por la que ascendemos trepando por los mejores pasos, intentando desviarnos hacia la derecha hasta alcanzar la cresta.

Hemos alcanzado la Cuerda de los Carrascales y podemos ver perfectamente las dos cumbres del Bosque, separadas por una profunda hendidura.  Progresar por la cuerda es más fácil hasta alcanzar la cumbre principal del Bosque (1.274 m).  Es el momento de tomarnos un respiro y disfrutar de la cumbre que tanto nos ha costado conseguir.

Deberíamos aprovechar para comer, pero el libro habla de una canal oculta por donde descender, y lo que vemos desde aquí arriba nos quita el apetito.  Vamos a ver qué pasa…

Entre medio de las dos cumbres se abre una profunda brecha que progresa en forma de estrecha canal en dirección NE.  Nos introducimos en ella y empezamos a descender muy verticalmente, aunque con algunos arbustos que sirve de apoyo y freno, buscando siempre el lado derecho de la pared.  Es la parte más complicada del descenso, cuando los cortados se abren la canal desemboca en una pedrera por donde es más fácil descender, aunque la verticalidad se mantiene.  La pedrera se va dividiendo en tramos a derecha e izquierda, y en cada momento hay que decidir cuál es el más conveniente.  Finalmente la pedrera acaba en un bosque cerrado, por donde seguimos una pequeña senda hasta salir al ancho camino de la Pista de la Umbría del Bosque.

Lo hemos conseguido, ahora sí que podemos relajarnos, buscar unas piedras soleadas y disfrutar de los bocadillos y la botella de vino de Rodri, junto a la zona de escalada de la cara norte.  Solo nos quedan 3 km de camino para terminar esta dura ruta.

Nota – aunque en esta ruta no es complicada la orientación, no hay marcas de sendero ni hitos de piedra en ningún punto.



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Tomás Franco   






























domingo, 10 de enero de 2016

LA GUILLIMONA DESDE EL PUERTO DEL PINAR

La Guillimona desde el Puerto del Pinar

Domingo 10 de enero de 2016, voy con Juan a recordar una antigua ruta de hace años.  Sabemos por experiencia que alcanzar los 2.064 m de la Guillimona desde los 1.600 del Puerto del Pinar es relativamente sencillo, así que nos propusimos hacer cumbre y después explorar la cara sur.  Pero no contábamos con la meteorología, ni con la orografía que nos esperaba, por lo que al final nos hemos pegado una inesperada “paliza”.

Nada más bajar del coche en el Puerto del Pinar, el viento nos advierte de lo que nos espera.  Todo el día va a estar soplando del NW, justo de cara hacia nosotros, frío y fuerte.  Lógicamente conforme vamos ascendiendo irá aumentando en intensidad y helor.  En más de una ocasión ha estado a punto de tirarme, y en la cumbre no he aguantado más de 2 minutos.

Empezamos a caminar frente al cartel del Puerto del Pinar, ascendemos en dirección SW, en línea con la valla que queda a nuestra derecha.  Después de subir la primera colina encontramos el camino, que más o menos marcado con hitos de piedra, nos dirige a la cumbre.  No hay pérdida, caminamos en paralelo a las crestas que quedan a nuestra izquierda coronadas de vallas.  En poco más de 5 km alcanzamos la cumbre de la Guillimona (2.064 m).  El tiempo justo de hacer unas fotos y salir corriendo.  No sé cuál será la temperatura ni la sensación térmica, pero llevo varias capas de ropa, dos pares de guantes, gorro, etc…., y cada vez tengo más frío.

Descendemos de la cumbre hacia el SW buscando resguardarnos del viento, es en esta zona donde encontramos algunos neveros con nieve blanda.  Siguiendo con nuestro propósito, descendemos rápidamente hacia el Sur, para después girar al NE, buscando hacer la ruta circular.  Estamos más o menos en línea con el Cortijo de los Miravetes que queda al fondo hacia el Oeste, coronado con el espectacular Castejón, mientras la majestuosa Sagra nos observa desde el SW.

Es ahora cuando aparecen los problemas de verdad, a pesar de que estamos a resguardo del viento y ya hemos entrado en calor. – No aconsejo a nadie repetir esta parte del recorrido –  No hay manera de caminar en una línea definida, continuamente hay que descender barrancos y volverlos a subir.  Consultando el mapa se puede ver que muchos hasta tienen nombres: Barranco de los Agujeros, del Burro, de Peralta, de la Espinarea, y los quedan sin nombre….  Por si no fuera suficiente, la mayor parte de la zona está vallada, pero no con las vallas cinegéticas que todos saltamos sin problemas en el monte.  Son vallas de más de 2 m de altura rematadas en pinchos, que te obligan a rodearlas alargando muchísimo la ruta.  Es cierto que hay algunos caminos, pero o bien van en dirección contraria al Puerto del Pinar, o acaban en las vallas que no puedes sortear.

Tras varias horas de tortura, conseguimos cerrar el círculo en un punto a  aproximadamente 2 km del inicio.  Por fin nos podemos permitir parar a comer, aunque ya son las 4 de la tarde y el sol y la temperatura baja con mucha rapidez.



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Tomás Franco