domingo, 17 de enero de 2016

SIERRA ESPUÑA: El Aguilón y El Bosque

El Aguilón y El Bosque

Sábado 16 de enero de 2016.  Dura ruta de montaña en los confines de Sierra de Espuña, con Juan y Rodri.  Hemos seguido casi literalmente la ruta nº 27 del estupendo libro “Descubrir Sierra Espuña” de Ángel Ortiz y Lázaro Giménez.  Y tal y como prometía el libro, la ruta es de alta dificultad física y muy alta dificultad técnica (trepadas de IIº y IIIº); solo apta para montañeros experimentados.

Por la carretera C5 nos dirigimos a Casas Nuevas, 3 km después del pueblo tomamos el camino a la izquierda que nos lleva a la Casa del Calderero, un poco más adelante dejamos el coche en una explanada.  Empezamos a caminar por la pista que ligeramente sube en dirección SW, enseguida tenemos el cruce con el Sendero de la Umbría del Bosque.  Por el lado izquierdo regresaremos, ahora seguimos caminando por el lado derecho en la misma dirección SW.  Ya podemos distinguir con toda claridad la cumbre afilada del Aguilón, pero debemos seguir la pista de montaña que dando vueltas y revueltas parece que nos aleja de nuestro objetivo.  Pero no es así, la pista nos conduce ascendiendo con toda comodidad hasta el Collado del Portillo en la misma base del Aguilón, junto a la valla del parque. 

Ahora ya empieza la bueno, tan solo nos separan 400 m de la cumbre, pero muy empinados y sin senda marcada.  Ascendemos pegados a la parte derecha de la valla, ayudándonos de las manos en algunos pasos.  En algunos momentos pasamos al lado izquierdo de la valla buscando mayor comodidad, para regresar otra vez volver al lado derecho.  Hasta alcanzar los 985 m de altura de la cumbre del Aguilón o Calderero.  Es el momento de comer algo y disfrutar de las esplendidas vistas del SW de Sierra Espuña.

Deberíamos haber regresado por el mismo sitio, pero buscando mayor comodidad hemos descendido un poco hacia el sur, para caminar a media ladera de regreso al Collado del Portillo.  Creo que no merece la pena, es mejor descender por el mismo sitio de la subida.

Ahora nos quedan un par de bonitos y cómodos kilómetros de descenso por la senda hasta las Casas de Malvariche, mientras contemplamos los espectaculares Cuchillos del Bosque a nuestra izquierda.  La verdad es que son tentadores, pero hoy no es el momento de acercarnos a ellos.

Las ruinas de las Casas de Malvariche son todo un espectáculo con los almendros en flor, bien situadas junto al Barranco de Malvariche con la inmensa mole del Bosque a su izquierda y los dos tremendos Malvariches a su derecha.  Justo aquí es donde se acaba nuestro relax, nos espera una vertical subida y una bajada más vertical aún.

Unos 200 m después de la última casa cruzamos el barranco y empezamos a ascender buscando una pedrera que vemos a lo lejos.  La primera parte de la ascensión es por bosque, una vez alcanzada la pedrera progresamos con mucho cuidado por el lado derecho.  Cuando se termina la pedrera solo queda roca, por la que ascendemos trepando por los mejores pasos, intentando desviarnos hacia la derecha hasta alcanzar la cresta.

Hemos alcanzado la Cuerda de los Carrascales y podemos ver perfectamente las dos cumbres del Bosque, separadas por una profunda hendidura.  Progresar por la cuerda es más fácil hasta alcanzar la cumbre principal del Bosque (1.274 m).  Es el momento de tomarnos un respiro y disfrutar de la cumbre que tanto nos ha costado conseguir.

Deberíamos aprovechar para comer, pero el libro habla de una canal oculta por donde descender, y lo que vemos desde aquí arriba nos quita el apetito.  Vamos a ver qué pasa…

Entre medio de las dos cumbres se abre una profunda brecha que progresa en forma de estrecha canal en dirección NE.  Nos introducimos en ella y empezamos a descender muy verticalmente, aunque con algunos arbustos que sirve de apoyo y freno, buscando siempre el lado derecho de la pared.  Es la parte más complicada del descenso, cuando los cortados se abren la canal desemboca en una pedrera por donde es más fácil descender, aunque la verticalidad se mantiene.  La pedrera se va dividiendo en tramos a derecha e izquierda, y en cada momento hay que decidir cuál es el más conveniente.  Finalmente la pedrera acaba en un bosque cerrado, por donde seguimos una pequeña senda hasta salir al ancho camino de la Pista de la Umbría del Bosque.

Lo hemos conseguido, ahora sí que podemos relajarnos, buscar unas piedras soleadas y disfrutar de los bocadillos y la botella de vino de Rodri, junto a la zona de escalada de la cara norte.  Solo nos quedan 3 km de camino para terminar esta dura ruta.

Nota – aunque en esta ruta no es complicada la orientación, no hay marcas de sendero ni hitos de piedra en ningún punto.



Mantén Limpio El Monte.  Recoge TODA la BASURA que produces


Tomás Franco   






























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