viernes, 26 de junio de 2015

SIERRA DE LA ESPADA

SIERRA DE LA ESPADA
                                                       
Domingo 30 de marzo de 2014.  Hoy voy con Juan a explorar una sierra cercana y a la vez desconocida.  Aunque pueda parecer insignificante y fácil, la verdad es que nos ha sorprendido por su dificultad.  Por su puesto, seguir el PR-MU 71 es sencillo y asequible a todo el mundo – ¡si no te extravías por la falta de señalización de algunos cruces!.  Pero crestear la Sierra de la Espada ya es otra historia.

Esta sierra se sitúa en el municipio de Molina de Segura, al norte de la pedanía del Fenazar.  La verdad es que la escasa altura de sus cumbres (unos 400 m) y la cercana presencia de la Sierra de la  Pila, la hacen pasar bastante desapercibida.  Nosotros en principio nos dirigimos a la pedanía de la Hurona para iniciar el recorrido en el punto más lógico, el inicio del sendero PR-MU 71,  a la entrada del  pueblo junto a un cartel informativo.

Caminamos siguiendo las marcas del camino, atravesando una zona con casas de campo, en dirección suroeste.  Si bien al  principio todo está muy bien señalizado, más adelante desaparecen algunas señales en cruces importantes.  Nosotros terminamos desviándonos al noroeste hacia la Rambla del Carrizalejo, y ante la evidencia de que hemos perdido el camino señalizado, decidimos poner línea directa hacia la sierra subiendo por una loma con senderos de animales y de cazadores.

Ya en la base de la sierra volvemos a recuperar el camino señalizado, que seguimos mientras va girando hacia el oeste para bordear toda la sierra por la cara norte.  Cuando comprendemos que no hay ninguna senda que nos suba a lo alto de las crestas, abandonamos el camino y subimos monte través hacia un vaguada intermedia, que nos parece accesible.

Una vez en lo alto de la vaguada, giramos a la derecha para abordar la parte más encrespada de la sierra.  Entonces nos encontramos un estrecho sendero próximo a las cumbres y que sigue la línea de la sierra.  No es que sea fácil de caminar -dada la gran pendiente-, pero es mejor que nada.  Por cierto nos sorprende la gran cantidad de excrementos de zorro esparcidos por todo el sendero.

Poco a poco vamos siguiendo la línea de la sierra, pero sin conseguir en ningún momento tocar las cumbres.  Ya hacia el final de la sierra encontramos un paso asequible para acceder a la zona más alta.  Nos encontramos sobre una pequeña planicie que nos invita a relajarnos un poco y tomar el bocadillo, mientras disfrutamos de las esplendidas vistas de la cara sur, por cierto totalmente inaccesible.

Con nuevas energías buscamos el punto más alto, que se encuentra hacia el noreste.  El trayecto es corto aunque empinado.  Al final tenemos que trepar para situarnos sobre unas pocas rocas que hacen de cima, donde prácticamente no nos podemos mover.  Sin posibilidad de “poses” hacemos las fotos de rigor para bajar por el mismo sitio.

Nos parece muy arriesgado crestear hacia el noreste, y tampoco nos apetece volver al sendero de los zorros.  Por lo tanto buscamos la mejor manera de bajar por la cara norte, hasta los campos que vemos abajo.  Desde allí solo queda caminar en sentido contrario para recuperar el PR y volver al inicio de la ruta.

De regreso  aprovechamos para localizar la zona que no está señalizada.  Aproximadamente a 1,5 km del final en la Hurona, el camino se dirige hacia el Barranco del Carrizalejo.  Antes de llegar al barranco hay que coger un sendero a la derecha, que asciende una pequeña loma para enlazar con las casas de campo, donde vuelven a aparecer las señales del sendero.

Algunos números: 15 km, 4 horas, 770 m de desnivel



Tomás Franco    




















No hay comentarios:

Publicar un comentario