Sierra de los Álamos
Lunes 9 de diciembre de 2013. Volvemos al estupendo libro sobre las Sierras
de Moratalla de Ángel Ortiz. Voy con
Juan hasta Moratalla para coger la carretera MU-703 en dirección a El Sabinar,
en el km 6 tomamos a la derecha hacia la Ermita de la Casa de Cristo donde
dejamos el coche.
Empezamos a caminar por el
ancho camino que sale a la izquierda, cruzamos la barrera y continuamos por el
mismo. Más adelante, en la parte alta
del camino, cogemos un cruce a la izquierda (dirección oeste) que sube hasta la
falda del Fraile. No hay que dejar el
camino (marcado con hitos de piedra) hasta que se termina. A partir de ahí se empieza a ascender por la
izquierda (dirección sur) hasta el collado que separa las dos cumbres gemelas
del Fraile. El sendero está bien marcado
con hitos de piedra y es fácil seguirlo hasta alcanzar la cumbre Este, un poco
más baja que la principal, pero con magníficas vistas. Volvemos por el mismo sitio al collado y nos
encaramos con las rocas de la cumbre del Fraile (1.404 m). El ascenso lo hacemos por la cara este
(izquierda) con algunas trepadas fáciles.
Mirando hacia el sur podemos ver la majestuosa mole del Buitre, con sus
antenas por encima. Con la vista puesta
al oeste vemos toda la cuerda de la Sierra de los Álamos con los dos picos que
cierran al final (Las Torcas y el Puntal de Pegueruela). Hacia allá nos encaminamos, aunque no
imaginamos lo que nos va a costar cruzar esta escarpada y abrupta sierra. En este momento disfrutamos del bocadillo y
pensamos en lo bonita que va a ser la travesía.
Al principio hay que salvar
una zona de rocas escarpadas, unas veces por la izquierda, otras por la
derecha, despacio y con cuidado vamos haciendo camino. Hasta la altura del Portillo de la Zorra, el
paso es relativamente sencillo. En el
Portillo nos llama la atención un gran pino con el tronco literalmente pegado a
la roca. A partir de aquí la vegetación
cubre toda la zona y el caminar es una auténtica tortura. Muchas veces no podemos pasar y hay que
retroceder buscando paso por otra zona.
El lado derecho es un cortado inaccesible y el lado izquierda es una
pronunciada pendiente cubierta de vegetación.
Poco a poco avanzamos mientras las coscojas se encargan de marcas
nuestras piernas. En un momento determinado
un gran jabalí aparece corriendo asustado por nuestra intrusión en su
territorio.
Ya aproximándonos a la base
de las Torcas nos encontramos con un sendero marcado con hitos de piedra. Pensamos que nos llevará a la cumbre y
decidimos seguirlo, pero pronto comprendemos que no es así. El sendero se dirige hacia abajo buscando la
carretera del Sabinar, justo enfrente del pico Gorra Nogueras (al otro lado de
la carretera). Entonces abandonamos el
sendero y subimos en línea recta monte través hacia las Torcas. La pendiente nos obliga a desviarnos a la
derecha hacia una precumbre para desde allí girar al oeste hacia la base de la
cumbre principal. En ese punto un nuevo
sendero con hitos de piedra va bordeando la cumbre, lo seguimos un tramo hasta
que decidimos atacar por la cara sur y rápidamente llegamos a la máxima altura
de la Sierra de los Álamos (Las Torcas 1.487 m). No se puede decir que sea una cumbre vistosa,
es plana y cubierta de grandes pinos, por lo que no se presta ni a fotos ni a
disfrutar del paisaje. A poco distancia hacia el oeste queda el
Puntal de Pegueruela hacia dónde vamos ahora.
Prácticamente en línea recta
descendemos las Torcas y nos dirigimos al Puntal. En poco tiempo estamos haciendo la sencilla
trepada hasta la cumbre del Puntal de Pegueruela (1.479 m), final de la Sierra
de los Álamos e inicio de la Sierra del Frontón. Esta si es una cumbre bonita de pura roca,
marcada con un enorme montón de piedras, en donde encontramos una tarjeta del
Club Montañero de Murcia indicando el nombre de la cumbre, ¡gracias compañeros!
El reto está conseguido,
hemos cresteado toda la Sierra de los Álamos desde este a oeste, haciendo las 4
cumbres de la misma, dos en cada extremo.
Pero ahora hay que bajar de aquí, y no parece sencillo por ningún
lado. Aunque es la hora de comer, no nos
parece muy adecuado una peligrosa bajada con el estómago lleno. Al final nos decidimos por el barranco que
separa las Torcas del Puntal, en línea recta hacia el Cortijo de
Pegueruela. Al principio la bajada es
muy complicada, con mucha pendiente y las resbaladizas rocas húmedas y con
restos de nieve. Hacia la mitad del
descenso la pendiente suaviza y entonces nos metemos en el interior del
barranco progresando rápidamente. Ya en
la parte más baja encontramos un sendero abandonado que nos permite dejar el
barranco y caminar a la derecha hacia el camino, dejando el cortijo atrás. Por fin nos ganamos el descanso para la
comida. Tan solo nos restan 8 km de largo
camino para regresar a la Casa de Cristo, cansados pero satisfechos de haber
completado esta enorme ruta.
Algunos números: 21 km, 8´5
horas, 3.500 m de desnivel. El mapa
disponible en http://worldsummits.net/
Tomás Franco
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